Carole Gurdon / Día de los Patrimonios de Niñas, Niños y Adolescentes

Niños y niñas jugando en un parque.

Crédito: IEUT UC

18 de noviembre/ Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC/ “Quizás no se trata tanto de dar a conocer el patrimonio de los territorios a los niños, niñas y adolescentes, sino de aprender a escuchar cómo ellos construyen, de forma lúdica, un sentido de pertenencia con los espacios, reconociendo que sus voces”, es parte de la nueva columna de Carole Grundon, investigadora postdoctoral de CEDEUS.

Este sábado 16 de noviembre se celebró el Día de los Patrimonios de Niñas, Niños y Adolescentes organizado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural y la Subsecretaría del Patrimonio Cultural.

En la continuidad del Día del Patrimonio, que se celebra en Chile todos los años en mayo, el evento tuvo como propósito que los más jóvenes descubran la diversidad de patrimonios a través de actividades lúdicas, en formato presencial y virtual, en todas las regiones de Chile.

El evento también constituyó un homenaje al Día Mundial de la Infancia, en el cual se conmemoran la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y la Convención de los Derechos del Niño de la UNICEF (1989).

En este sentido, la celebración de este sábado constituyó, sin dudas, un hito para avanzar hacia más participación de los niños, niñas y adolescentes en la esfera cultural de los distintos territorios de Chile. Este año, bajo el lema “Salgamos a jugar”, el evento puso especial énfasis en la transmisión cultural entre generaciones a través de juegos tradicionales, talleres de oficios, cicletadas y visitas guiadas por sitios patrimoniales.

Se invitó a los jóvenes a descubrir el patrimonio en todas sus formas, no solo desde espacios institucionales, sino que también a través de espacios o prácticas del cotidiano que forman parte de la identidad cultural de las distintas regiones. Las iniciativas, en las cuales colaboraron organizaciones públicas, privadas y de la sociedad civil, tuvieron así el mérito de visibilizar la presencia de las infancias y adolescencias en los distintos territorios a lo largo del país.

En un contexto en el cual se observa desde varias décadas un fuerte declive de la presencia de los niños, niñas y adolescentes en los espacios públicos, el evento puso en valor no solo sus derechos de acceso a la cultura, sino que también su derecho a acceder, recorrer y conocer las ciudades y los distintos territorios.

Desde esta perspectiva, el lema “salgamos a jugar” toma un sentido más profundo, cuestionando nuestra capacidad como sociedad a seguir ofreciendo a las nuevas generaciones una relación lúdica a los espacios públicos en su vida cotidiana. ¿Cómo garantizamos desde las políticas públicas y la planificación urbana su derecho a la ciudad y al espacio público, más allá del espacio de juego en la plaza o el parque?

El Día de los Patrimonios de Niñas, Niños y Adolescentes nos ofreció una oportunidad de reflexión colectiva. En definitiva, quizás no se trata tanto de dar a conocer el patrimonio de los territorios a los niños, niñas y adolescentes, sino de aprender a escuchar cómo ellos construyen, de forma lúdica, un sentido de pertenencia con los espacios, reconociendo que sus voces y presencia constituyen un aporte en el debate público y en la manera en que pensamos los territorios que habitamos.