Investigadores de Stanford y CEDEUS desarrollan modelo pionero de gestión de agua

Imagen: Stanford Report

24 de junio/ La colaboración entre investigadores de CEDEUS y Estados Unidos busca adaptar las estrategias de gestión de agua frente a escenarios climáticos cada vez más inciertos, con foco en la cuenca del Maipo.

“Para ver el futuro, miremos a Chile”, señaló recientemente una publicación de la Universidad de Stanford. La frase no es exagerada: el país se enfrenta a una crisis hídrica que muchas otras regiones del mundo vivirán en los próximos años, debido al crecimiento poblacional y al aumento en la frecuencia e intensidad de las sequías extremas.

En este escenario, investigadores de CEDEUS y Stanford están desarrollando un modelo computacional avanzado para actualizar los indicadores de sequía de forma dinámica, lo que permitirá a tomadores de decisiones diseñar acciones de adaptación más oportunas y efectivas. El modelo incorpora datos en tiempo real y proyecciones climáticas, permitiendo caracterizar de forma integrada distintos atributos de la sequía, como su duración, severidad o extensión espacial.

“La idea es poder cuantificar la manifestación de la sequía mirando distintos atributos, y cómo estos van cambiando con el tiempo según las proyecciones de cambio climático”, explicó Jorge Gironás, investigador de CEDEUS , quien participa en el proyecto junto a Sebastián Vicuña, Oscar Melo y otros investigadores del centro como Pablo Pastén.

La cuenca del Maipo como caso de estudio

La colaboración se centra en la cuenca del río Maipo, que provee cerca del 70% del agua potable y el 90% del agua para riego de Santiago, ciudad que ha enfrentado 15 años consecutivos de sequía. El modelo busca evaluar cómo deben adaptarse las estrategias de gestión del agua a medida que el régimen hidrológico cambia, por ejemplo, debido a una menor acumulación de nieve o un deshielo más rápido por el aumento de temperaturas.

“La cuenca del Maipo tiene una fuerte componente nival, pero está comprometida a futuro. Se espera que no solo llueva menos, sino que también será en forma líquida dado el calor que va a aumentar, entonces se acumulará menos nieve, y se derretirá más rápido. Esto cambia completamente el régimen hidrológico”, señaló Gironás.

Un proyecto que nace en Chile y se proyecta al mundo

El vínculo con Stanford surgió en el contexto de un proyecto financiado por ANID sobre sequías en 2021, que permitió a los investigadores chilenos visitar California y conocer experiencias de gestión hídrica en contextos climáticamente similares al de Chile, como el uso de agua subterránea, desalación y manejo integrado de cuencas.

Durante esa visita, el equipo chileno conoció a la profesora Sarah Fletcher, experta en ingeniería de sistemas, quien se interesó en el trabajo realizado en el país. Posteriormente, ella y su estudiante viajaron a Chile, participaron en seminarios locales y visitaron la cuenca del Maipo. Desde entonces, ambas partes trabajan en conjunto para desarrollar modelos más precisos y adaptables de monitoreo de sequías.

“Uno de los grandes objetivos es evaluar si las mejores acciones para enfrentar la sequía son siempre las mismas, si van a ir cambiando en medida que el clima también lo haga o cual es el mejor realizar cierto tipo de acción. Es un poquito la historia de esta investigación”, concluyó Gironás.