23 Dec Francisco de la Barrera/Las vueltas de la COP25 y el 18-O
22 de Diciembre de 2019/ Por Francisco de la Barrera, ecólogo, académico del Departamento de Geografía de la Universidad de Concepción e investigador CEDEUS, en Diario El Sur.
Antes de las masivas manifestaciones sociales que comenzaron el 18 de octubre de 2019 estábamos sumergidos en la ocurrencia de la COP25, también con manifestaciones masivas en los Fridays For Future encabezados por Greta Thunberg. Chile ostentaba aun la presidencia de la COP25 y había convocado una alta participación de científicos voluntarios. Se reconocía la crisis ambiental global y nacional. A nivel local, Hualpén sorprendió a la prensa nacional con la manifestación oficial de que la comuna se declaraba en estado de emergencia climática y ecológica. Este hito político y comunicacional es también una muestra de voluntad y compromiso político de parte de una institución del nivel local, respaldado ciudadanamente por un amplio número de organizaciones de la sociedad civil. De acuerdo a las palabras de la alcaldesa de Hualpén una de las raíces argumentales para dicha declaratoria fue dar protección efectiva a los espacios naturales de la comuna, destacada por su península, desembocadura, costa, humedales y cerros.
Esta declaratoria busca fortalecer a instrumentos de gestión y planificación de carácter local como son las ordenanzas municipales, el plan de desarrollo comunal y el plan regulador comunal, auto-obligándose a incorporar la conservación de la naturaleza y la gestión resiliente para la reducción del riesgo de desastres en ellos. Esta admisión explícita de que todo es muy distinto ante un escenario de crisis climática abre la puerta a las “soluciones basadas en la naturaleza” para enfrentar los desafíos de la nueva situación planetaria, y a una mayor dotación de recursos económicos y humanos a las tareas asociadas a la lucha contra el cambio climático.
Luego, con el 18-O y el nuevo escenario de crisis social podría suponerse una secundarización de la importancia de la crisis ambiental. No, la crisis social es parte de la crisis ambiental, porque la falta de justicia socio-ambiental y la degradación ambiental afecta especialmente a las comunidades más descontentas. La declaratoria de Hualpén se suma a una serie de acciones que han tomado otras municipalidades del Área Metropolitana de Concepción, como San Pedro de la Paz con su plebiscito por los humedales y Concepción con su aún pendiente consulta por el Plan Regulador Comunal y la congelación de permisos para rellenar humedales. Las consultas ciudadanas de este Diciembre también consultaron sobre temas ambientales. Todo este conjunto de acciones está estimulado por la cada vez mayor y evidente presión social renacida el 18-O y por la COP25, remeciendo la gestión institucional.
Si bien el resultado de la COP25 desnudó debilidades internacionales y nacionales, y la crisis social volvió a centrar la atención en temas previsionales, laborales y educacionales, debemos admitir que todo hubiera sido muy distinto sin las manifestaciones dando vueltas, y asegurar no se apague la luz, porque necesitamos encontrar, y buscar en cada rincón, los pedazos del tiempo en que vimos crecer esta demanda social y ambiental tan necesaria. Que al fin de todo no sea igual y cambiemos como ciudad y como país y, el fortalecimiento de la sustentabilidad social y ambiental de nuestras ciudades y territorios siga dando vueltas en nuestras cabezas.